¿Cómo conoció a Bureau Vallée?

He conocido Bureau Vallée a través de mi pareja, quien ha sido colaborador durante 4 años. Y siempre me ha parecido un concepto innovador de negocio, un «supermercado» para el profesional. Poder encontrar en un único lugar todo lo necesario para la oficina.

 

¿Qué características especiales tiene este modelo de negocio?

Lo que me fascina de este modelo de negocio  es que se ha querido dar  una vuelta más a la papelería tradicional, convirtiéndolo en un modelo de gran distribución, un supermercado en donde se trabajan con las primeras marcas a precios realmente bajos.

Con tiendas que ofrecen gamas de productos más amplias de lo que se encuentra en el mercado. En un único espacio se puede dar solución global a las necesidades de una oficina, ofreciendo no sólo papelería, sino que también consumibles de impresión, productos informáticos, mobiliario de oficina y soluciones de imprenta.

Nuestro diferencial es brindar bajo un mismo techo una solución global y profesional a las oficinas.

 

Pertenecer a una red Internacional, ¿qué ventajas aporta a su franquicia?

El hecho de ser una red internacional permite que la relación con los proveedores sea directa, sin intermediarios, lo que también da fuerza a la hora de negociar con ellos. Hay un «saber hacer» de más de 20 años de vida contrastado, lo que da una imagen de marca fuerte capaz de adaptarse a los cambios del mercado.

 

¿Qué consejos le darías a los futuros franquiciados?

El factor humano es vital en esta empresa. La percepción que va a tener nuestro cliente de la tienda va a depender de la profesionalidad de los colaboradores, por lo que el periodo de contratación, en primer lugar y, formativo, en segundo, es fundamental para que un proyecto se inicie del mejor modo.

El negocio es muy amplio, muchos proveedores, referencias, procedimientos…, por lo que hay que intentar garantizar la mejor capitalización posible del personal de la tienda a nivel formativo.