La cadena de papelerías francesa Bureau Vallée prevé incluir espacio de cotrabajo en sus establecimientos. Así lo ha explicado la directora general de la cadena en España, Fabienne Maller. «Tenemos que encontrar un posicionamiento para dar alternativas al consumidor, porque el comercio en línea afectará el tradicional». De momento, está en fase de prueba a dos tiendas de Francia. La firma, de origen francés, centrada en el modelo americano de autoservicio al por mayor ( cash and carry) De artículos de papelería y material de oficina, comenzó en 2008 la expansión en España desde Cataluña, concretamente en Vilanova y la Geltrú, «porque se trata de una ciudad abierta; entonces vi claro que si no funcionaba allí no funcionaría ninguna parte. Allí iniciaremos también el espacio cotrabajo «. Y la decisión de Fabienne Maller no fue desencaminada. El proceso de implantación ha sido creciente desde entonces, de hecho, cada septiembre la tienda de Vilanova es la que recibe más clientes de toda la red de tiendas que tiene el grupo en cinco países diferentes.

La entrada en España comenzó, pues, con tiendas propias y una vez tuvieron conocido mejor las particularidades del mercado local comenzaron a franquiciar el negocio.

Actualmente, de las 280 tiendas que tiene el grupo, sólo 25 son propias, dirigidas a dos tipos de cliente, el particular y el profesional (principalmente, microempresas, autónomos y profesionales).

Como explica la directora general en el Estado de Bureau Vallée, su modelo de franquicia tiene la particularidad de que se trata de un negocio técnico que exige al franquiciado más implicación en el negocio. Pero además, Bureau Vallée en España ha diseñado un sistema de franquiciado basado en la autonomía y la libertad de elección. «Nosotros somos una central de negociación, de compras, tenemos una gama y estudiamos lo que tiene el cliente, pero luego el franquiciado es libre, y esto nos permite adaptarnos a cada territorio. Tienen mucha libertad de elección «, describe Maller.

El otro puntal sobre el que apoya el modelo de Bureau Vallée es que sus proveedores son locales, y que apuesta por productores de material de papelería y de oficina de proximidad.

Por ahora la multinacional tiene 15 tiendas en todo el Estado, de las que 11 son en Cataluña, y han previsto la apertura de tres más durante el próximo año.

A finales de agosto abrieron un establecimiento de 250 metros cuadrados, con servicio de reprografía en la zona universitaria de Valencia, y en Zaragoza abrirán otra en noviembre. Maller explica que su voluntad es reforzar Madrid y consolidar Cataluña, al considerar que aún no han llegado al límite.

Alianza.

Alguna de las franquicias que han puesto en marcha en los últimos años han sido de papelerías o centros de reprografía históricos que con esta marca han encontrado una manera de reinventarse y atraer nuevos clientes, como han hecho en Sabadell o Zaragoza. «Nosotros generamos palabra de tráfico porque hacemos mucha publicidad, aportamos el saber hacer de llevar el cliente en la tienda, con marcas europeas a precios bajos», explica la directora general.

Crecimiento.

La firma, que facturó 7 millones de euros en 2015 en todo el Estado, para este año prevé alcanzar los 9 millones de euros, lo que supondrá un aumento del 30% respecto al 2015, justamente, el mismo porcentaje de mejora que lograron el año pasado. De hecho, hace cinco años que registran crecimientos en sus cuentas de resultados. «Esta última mejora es debida a las aberturas, pero también a la recuperación del consumo y, además, porque somos un concepto de negocio que tiene más aceptación entre la población.»Las tiendas de Cataluña reciben más clientes particulares que en la red francesa y lo que les está costando más que en el resto es entrar en la telefonía, «porque aquí se mira más el precio, hay mucha oferta de tiendas chinas».

Y además, el cliente aquí no funciona igual que en el Estado francés, aquí el cliente pide más la atención del personal que el cliente francés, que está más acostumbrado a la compra en grandes superficies, y aquí al cliente le gusta más hablar, y esto, como negocio, es positivo porque recibes información y también, como sociedad, hacen los centros de las ciudades más vivos.

Publicado en El Punt Avui- Economía